El conductismo, según su fundador John Watson, es una ciencia natural
que se arroga todo el campo de las adaptaciones humanas. Para B.
F. Skinner se trata de una filosofía de la ciencia de la conducta, que define varios aspectos esenciales
de su objeto de estudio. Sin embargo, este objeto es entendido de diversos
modos, según el enfoque conductista del cual se parte.
Otro reconocido autor de esta
corriente en su modalidad interconductual, J.
R. Kantor (1963/1990), lo define
como: una renuncia a las doctrinas del alma,
la mente y la consciencia, para ocuparse
del estudio de los organismos en interacción con sus ambientes (p. 573). En términos más amplios, lo
considera como equivalente al término "ciencia" (Kantor 1968, cit.
por Campos, 1973, p. 91), dado que se ocupa de la naturaleza a partir del "principio del
comportamiento". Así, la química estudia el comportamiento de los
elementos y la sustancia, la física estudia el comportamiento de la
materia y sus propiedades, la astronomía estudia el comportamiento de los
astros y galaxias, y la Psicologìa estudia las interacciones entre los
organismos y su entorno.
En suma, "conductismo"
constituye una manera de estudiar lo psicológico desde la perspectiva de una
ciencia de la conducta, sin mentalismo (atribuciones dualistas extramateriales
como el alma o la mente), ni reduccionismos (utilizar explicaciones tomadas de
disciplinas como la neurología,
la lógica, la sociología o el procesamiento
de información).
Esto no significa dejar de lado los
procesos cognitivos como tantas veces se malinterpreta, sino considerarlos como
"propiedades de la conducta en función". O sea, comportamientos
sujetos a las mismas leyes que el comportamiento manifiesto que involucran
respuestas lingüísticas y sensoriales de tipo encubierto, las cuales, para ser
investigadas, deben especificarse en términos del tipo de interacción,
amplificarse mediante aparatos o acudir al auto informe del individuo.
Existe también una clase especial
de conductismo denominado "metodológico", que no se guía en base a las
precedentes consideraciones filosóficas ni teóricas, sino simplemente en
función a criterios pragmáticos de abordaje objetivo de la conducta como
referente observable inmediato de fenómenos "internos". Este es, al
presente, el tipo de conductismo más comúnmente aplicado por toda clase de
profesionales del comportamiento, incluso por buena parte de los que no se
considerarían a sí mismos "conductistas" en términos doctrinarios y académicos.
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